lunes, 28 de noviembre de 2016

Tiramisú frangelico

El tiramisú es un postre, de origen italiano, que le ocurre un poco como a la paella o la pizza... cada uno lo hace como le da la gana. Es bastante sencillo de hacer con la thermomix, y la receta es bastante similar a las más puristas. Si no la tienes, tampoco es ninguna locura; lo más complicado es montar las claras. 



En primer lugar preparamos café, intenso. Unos 250 ml. Le añadimos azucar vainillado y un buen chorro de frangelico (si no te gusta puedes no poner licor, o añadir otro; vino de marsala (sería la receta original), ron, baileys...). Dejamos enfriar.


Separamos las yemas de las claras de los huevos. Puedes usar este sencillo truco con una botella vacía de agua para hacerlo (aprietas la botella, acercas la boca a la yema, sueltas despacio hasta que la yema sube a la botella y viertes la yema separada en otro recipiente), que es más higiénico que pasar la yema de mitad a mitad de cáscara.




Ahora montas la nata con el mascarpone ( con la mariposa puesta, velocidad 3 y 1/2, sin tiempo: cuando veas que cambia el ruido, puedes retirar, 90 segundos como mucho). Reservas en la nevera. Sin lavar el vaso y con la mariposa puesta, añades las yemas y el azúcar (200 g), y mezclas durante 6 minutos, 80ºC a velocidad 3 y 1/2. Deja enfriar en un recipiente donde puedas mezclar con la nata (con mascarpone).

Una vez atemperado, sacamos la nata-mascarpone de la nevera y mezclamos. Volvemos a poner a la nevera.



Montamos las claras con una cucharada de azúcar y un poquito de sal. El vaso tiene que estar limpio y seco. Con la mariposa puesta, 50 ºC, velocidad 3 y 1/2, 3 minutos).


Una vez montadas las claras, incorporamos a la otra crema. Yo uso una varilla, hasta que la clara está completamente incorporada y la textura no tiene grumos (en la foto, todavía le falta un poco). Haz movimientos suaves o perderás el volumen de las claras.


Ahora vamos montando el plato (en este caso, lo voy a montar en vasos). El tiramisú normalmente se monta con bizcochos tipo soletilla, pero a mí me gusta con galletas "napolitanas", ya que son muy finitas y te permite hacer más capas.

Mojas las galletas unos segundo en el café, y las vas colocando en el fondo de los vasos.



Rellenas con la crema una manga pastelera con una boca estrecha, y colocas una capa sobre la galleta. Esta foto es lamentable, ya que tengo una mano haciendo la foto).


Sobre la capa de crema, colocas una nueva capa de galletas mojadas en café.


El resto de crema, lo puedes guardar en otro recipiente. ¡¡No se tira nada!!


Sobre la capa de galleta, espolvoreas una fina capa de cacao (con la ayuda de un colador, lo haces caer del colador dándole golpecitos con una cuchara en el aro).


Sobre la capa de galleta, vuelves a colocar una nueva capa de crema con a manga pastelera.


En este caso, solo puse dos capas de galleta (en la base y la primera que se ve) porque ya me rayé. Lo suyo hubiera sido colocar una capa mas de galleta.


En este punto, lo puedes guardar en la nevera hasta el momento de consumirlo. Unos minutos antes de servirlo, espolvorea una nueva capa de cacao por encima. ¡No lo saques recién espolvoreado, ya que algún comensal toserá! Lo mejor es hacerlo como media hora antes, ya que el cacao se oscurecerá al humedecerse.

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