Ya tenemos la Navidad aquí un año mas. Sin duda alguna, es la etapa del año más alucinante para los peques de la casa. En la adolescencia es muy clásico decir que no te gusta, alegando cualquiera excusa. Y cuando uno ya empieza a ser viejuno, le vuelves a coger el gusto a la Navidad. Yo estoy en esa fase, cada vez me gusta más la Navidad y celebrar con los míos.
El instinto navideño comienza oficialmente con la colocación de las luces típicas de esta fecha en los pueblos y ciudades. Se acompaña además con otros rituales típicos, como los anuncios de loteria de Navidad o los de colonias con chicos y chicas casi desnudos con pronunciaciones absurdas, las castañeras, las cenas de empresa, la iluminación de los centros comerciales y como no, la llegada de los polvorones y dulces típicos.