domingo, 11 de junio de 2017

Cocina para Indies & Hipsters (II) - Chiretas de Cordero


A mi parecer, la cocina más contracultural y alternativa que hay, es la que usa materia prima de casquería. Por eso, la entrada de hoy va dentro de esta sección de cocina para Indies y Hipsters. Es un plato muy barato, no apto para todos los estómagos o para todas las mentes, pero delicioso. 

La casquería (también denominado quinto cuarto) tiene grandes aportaciones al recetario nacional (oreja, morro, hígado, callos, mollejas, riñones, manitas, butifarra, madejas...). En los años pre-crisis se acentuaba la disminución de la demanda (yo no he vuelto a ver ningún negocio que se dedique exclusivamente al despojo), sin embargo, mi percepción es que el consumo ha vuelto a aumentar levemente gracias a los programas de cocina existentes y al precio de esta materia prima (aunque ni por asomo tiene el consumo anterior a los 80's). Tal vez por lo poco común que sigue siendo, los platos que perduran se consideran una esquisitez (que lo son).

Pasta de Khorasan con salsa de Tomate y carne


Hoy toca otra entrada de pasta. En este caso es pasta de trigo khorasan. Es una variedad de trigo, de los denominados "trigos ancestrales". La variedad comercial más conocida de este trigo es kamut. Es decir, todo el kamut es trigo khorasan, pero no todo el trigo khorasan es kamut. Este tipo de trigo se cultivaba hace 5.000 años en Egipto (vendría de allí la denomiación ka-moot, que significa pan) siendo una de las variedades más antiguas que se conoce.

Nutricionalmente, este cereal aporta mayor cantidad de minerales, vitaminas (sobre todo del grupo B), proteínas y grasa. Obviamente tiene gluten, lo que lo hace no indicado para celíacos aunque tiene mayor digestibilidad, sobre todo en aquellas personas con intolerancia moderada al gluten del trigo común.

Ingredientes (para 3 personas):


300 g de pasta

1/2 cebolla dulce
250 g de carne picada (cerdo y ternera en este caso)
200 g de tomate triturado
1 hoja de laurel
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Azúcar
Perejil
Pimentón de la Vera
Queso parmesano

Para la elaboración de pasta, yo te recomiendo que en primer lugar prepares la salsa, y cuando la tengas controlada, prepares la pasta. De esta forma siempre la comerás al punto de cocción que te guste.

Preparación de la salsa:


Esta salsa se podría denominar boloñesa pero para siendo puristas, debería llevar zanahoria y puerro, por lo que la vamos a dejar en salsa de tomate y carne. En cualquier caso, pica la cebolla menudita (brunoise) y ponla en una sartén con la base cubierta de aceite (a poder ser, siempre de oliva virgen extra).




Cuando las cebolla haya cogido un poco de color, añadimos la carne. Para que no se apelmace, sepárala con un tenedor o cuchara de madera (si usas utensilios de metal sobre sartenes con recubrimiento antiadherente de teflón, empezarán a aparecer arañazos rápidamente y notarás que los alimentos se empezarán a pegar).



Ve picando el ajo. Dado que los ingredientes usados son de origen ecológico, el ajo no iba a ser menos (del huerto de mi padre; lo siento, no se vende en tiendas). 


Añádelo cuando la ternera ya tenga el punto de cocción cogido (recuerda que el ajo tiene una cocción bastante rápida, tanto más cuanto menor sea el tamaño de los trozos)



Cuando el ajo está listo, es el momento de añadir el tomate (en este momento que la salsa está bajo control, ya se podría poner la pasta a cocer, aunque para que quede menos lioso, lo explico a continuación de la salsa). Siguiendo con el festival ecológico, el tomate no podía ser menos. En este caso, tomate triturado en conserva. Espero poder hacer una entrada de conservas en algún momento. Si tienes la suerte de tener un huerto o de tener un familiar/vecino/amigo con huerto, o eres un amigo de lo ajeno y tienes localizado uno, o simplemente quieres aprovechar los productos de temporada durante más tiempo, hacer conservas es una forma sencilla de conseguirlo.



Hago una foto del bote de tomate, porque esto es un espectáculo.


Añade el tomate. Antes de mezclarlo con el resto de ingredientes, añade un par de cucharillas de azúcar. El azúcar reduce la acidez del tomate (y si el tomate es casero y no tiene añadido ningún corrector de la acidez, entonces todavía más necesario).



Cuando el tomate ya esté listo, añade una cucharilla de perejil (yo lo uso congelado). 


Y finalmente, le añades un toque de pimentón de la Vera. Un poco de cocción para que se integre el sabor y la salsa ya está lista.


Preparación de la pasta:

Pon en una olla agua a hervir. La recomendación teórica es que pongas 1 litro de agua por cada 100 g de pasta. La realidad la dictará la capacidad de tus ollas. Añade una par de hojas de  laurel y un puñado de sal (la sal añade mejor un poco ahora, y rectifícala a mitad de cocción; si hay poca añade más sal, si hay mucha tendrás que añadir más agua; aunque es mejor tener que añadir más sal que agua, ya que añadiendo agua detendrás la cocción).


Cuando el agua hierva a gallos añadimos la pasta. En este caso, la pasta (de khorasan), es integral, ecológica y hecha en trefila de bronce. Este es el aspecto que tiene la pasta hecha en tréfila de bronce (queda más poroso que las tréfilas industriales de teflón). El khorasan es más oscuro que el trigo, y el hecho de que sea integral (es decir, que tiene todo el salvado del grano) le aporta esas motas más oscuras.




Mientras se cuece la pasta, rallamos un poco de queso parmesano. 


Cuando la pasta está con el punto de cocción que nos gusta, la retiramos, la colamos y la servimos. Este es un plato muy recomendable para ser plato único, ya que tiene hidratos de carbono (de alta calidad, origen ecológico e integral), grasas (ternera, cerdo y aceite de oliva virgen extra) y proteínas de alto valor biológico. Un lujazo. ¡Que lo disfrutes! 

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