Hoy toca un plato para esos días que no hay tiempo de nada, pero no por eso vamos a comer peor. Esta preparación se puede hacer con cualquier pescado (merluza, salmón, lenguado...); particularmente me gusta para acompañar pescados a la plancha. La corvina es un pescado con un sabor fantástico y una textura firme, que preparada así da un resultado impresionante. Si no, mira la pinta de la foto.
Ingredientes (1 ración)
Media cebolla
Alcaparras
Pepinillo
Mahonesa
Mostaza
Perejil picado
Elaboración
Pica todo lo menudo que puedas la cebolla, las alcaparras y el pepinillo y lo añades a un bol suficientemente grande para poder mezclar con el resto de ingredientes.
Añade la mahonesa, la mostaza y el perejil picado. Remuévelo todo hasta obtener una mezcla homogénea.
Para hacer el pescado plancha, si tienes tiempo déjalo atemperar fuera de la nevera. Añade un poco de aceite en el plato e impregna la pieza por ambos lados.
Pon la sartén en el fuego (fuego medio-fuerte) y cuando esté caliente, pon el pescado por la parte de la piel. Si ves que se contrae con el calor, presiona un poco con una espátula para obtener un tostado regular en la piel.
Cuando esté listo (transcurridos un par de minutos, tendrás que ver en el lateral que el cambio de color por el calor ha sobrepasado la mitad del grosor del filete), dale la vuelta.
Listo. Ya lo tienes. Emplata a tu gusto y a disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario