domingo, 28 de octubre de 2018

Madalenas o Magdalenas... Muffins noo... Ma-da-le-nas

La entrada de hoy es para uno de los dulces más arraigados (con permiso de las galletas) a los desayunos de nuestro país, que es súper sencillo de hacer y es delicioso: la Madalena o Magdalena. 




Creo que en mi infancia (era bastante mal comedor) sobreviví a base de las madalenas que preparaba mi madre en el horno de una panadería de mi pueblo. Una vez emancipado, dejé este vicio ya que he sido muy reacio a consumir bollería industrial (sólo consumía alguna bolsa de estraperlo de las buenas, las de mi madre).

Durante años, este producto ha sido posible encontrarlo en bolsas con 1 kg a un precio muy bajo (tal vez, hasta demasiado bajo). De repente, algún visionario se da cuenta de que prácticamente cambiando el nombre de producto por el anglicismo "muffin" podemos pagar por una unidad lo mismo que por una bolsa entera. Y ya, si lo que quieres es ser el mega cool, le pones un "topping" o un "frosting" y lo llamas "cupcake". 

Si eres de los que prefieres llamar a este manjar Madalenas (o Magdalenas), si eres de la resistencia (y pareces aturdido cuando estas con mucha gente...) ánimo, Valiente. Esta entrada es para tí (y esto son unos versos de "La Resistencia", de León Benavente). 

Ingredientes (para 24 unidades)

4 huevos medianos
250 g de azúcar
1 cucharadita de azúcar vainillado
250 g de mantequilla
120 g de leche
Ralladura de limón
250 g de harina
1 sobre de levadura química

Elaboración

Primero, te recomiendo que peses todos los ingredientes por separado y lo tengas preparado. Al azúcar, añádele el azúcar vainillado. A la harina, añádele el sobre de levadura química (y así ya no te olvidas). Nótese el esfuerzo del autor en la realización de la foto de la harina para evitar que se vea que la marca de la levadura química es Royal. También deja rallada la corteza de limón.




La receta de hoy la realizo sin ningún robot ni máquina, pero si tienes una varilla o un robot de cocina, úsalo. Te ahorrarás una cantidad importante de trabajo. Nota: Si tienes un robot de cocina, te recomiendo que lo primero separes las yemas de las claras y montes éstas a punto de nieve. Después sigue la receta paso a paso (todo con el robot), pero en vez de los huevos enteros sólo con las yemas. Al final, justo antes de rellenar los moldes, incopora la mezcla con las claras montadas. 

Pon los huevos en un bol grande. Añade el azúcar (junto con el vainillado). Bátelo hasta que el azúcar se haya incorporado y el huevo haya incorporado aire (lo notarás en el sonido de la varilla y en que habrá muchas burbujas pequeñas). 


Para incorporar la mantequilla, hay que ponerla a punto de 'pomada'. Para ello, córtala en trozos, ponla en un recipiente apto para microondas e introdúcelo durante 30 segundos, a 800W. Después, bátela suavemente hasta que obtengas una consistencia cremosa (que te ayudará a incorporarla a la mezcla).



Incorpora la mantequilla en dos veces y sigue batiendo. 


Una vez tengas toda la mantequilla incorporada, añade la leche y vuelve a mezclar hasta incorporar. Si te fijas en la foto, verás que la mezcla comienza a cortarse. La probabilidad de que te pase esto es mucho mayor si estás haciendo fotos para hacer una entrada de blog (no me había pasado nunca que se cortara la crema de la magdalena).



Por último, incorpora poco a poco la harina, para que se integre completamente. En este caso uso una harina ecológica pero no puedo declarar ecológicas las magdalenas, ya que el resto de productos son convencionales.



Al final, el aspecto que tendrá la masa será similar a esto.



En mi modesta opinión, va a tener un peso muy importante los moldes que uses, la potencia del horno y la zona en la que sitúes la bandeja con las magdalenas. Precalienta el horno a 240ºC.

No tengo moldes para las magdalenas, pero uso los típicos vasitos de flan en los que pongo las tulipas de las magdalenas (como se puede ver en la foto hay dos tipos de moldes; cocinados en la misma bandeja a la vez, el resultado es diferente entre ambos moldes. Los moldes más brillantes). Si no tienes moldes, puedes guardar latas de refrescos y usarlas como molde (las tendrás que cortar y manipular con cuidado, ya que los bordes cortan mucho).



Para dosificar la masa dentro de las tulipas sin enguarrarlo todo, yo uso una manga pastelera. Relleno todas las tulipas de papel un poco más de la mitad (2/3 partes) y después los coloco sobre la bandeja del horno (caliente), protegida con un papel sulfurado.



Coloca (y esto ya dependerá de tu horno) la bandeja en la parte inferior del horno. Para evitar perder calor del horno, intenta minimizar el tiempo que tengas abierta la puerta.


 

Hornea durante 15 minutos aproximadamente (es mejor que revises el horno hasta que veas el color dorado). NO ABRAS EL HORNO hasta que la magadalena haya subido completamente, ya que si no cortarás la cocción (se desinflarán) y no conseguirás el volumen que tiene que conseguir la magdalena.



Cuando estén doradas, retira la abandeja y desmolda. Déjalas enfriar y... a disfrutar de la madalenas. O magdalenas. Muffins nooo... Ma-da-le-nas.

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