Como he tardado mucho en traer una nueva entrada (disculpadme aquellos lectores más asiduos) os traigo una pequeña pieza de arte. El chocolate (a la taza) con nata y churros. Para mí, esto es un desayuno (bueno, es EL DESAYUNO de los fines de semana de mi niñez, hasta que las salidas de la adolescencia, postadolescencia y tardoadolescencia hicieran que dejase de llegar a la hora establecida de desayuno...)
En verdad la única elaboración es el chocolate, pero aprovecharé la entrada y os cuento una reflexión sobre los churros y un dato que tal vez no sabías sobre la nata montada. ¿Te interesa? Pues sigue leyendo porque mira qué pintaza.