Rallamos un poco de parmesano sobre un papel sulfurado en una bandeja de horno, en unas formas alargadas o redondas (en esta ocasión, las preparé redondas).
Ponemos la bandeja al horno, a altura media, unos 10 minutos a 200 ºC con la resistencia superior. Vigila de vez en cuando que no se queme. Intenta aprovechar este tipo de elaboraciones, hacerlo con algo más (en la foto, escalibando verdura).
Cuando tengas el tono tostado que quieras, retira del horno. Usa el papel sulfurado para dar la forma con las propios laterales de la bandejas, hasta obtener la forma que quieras (hasta que se enfríe, puedes modificar la forma). Puedes usar la rejilla (o lo que se te ocurra) para dar otro tipo de forma.
Y ya está. Deja enfriar del todo sobre un papel de cocina. Si no lo vas a usar inmediatamente perderá el crujiente. No obstante, puedes recuperar el crujiente dando un toque de microondas (unos 30 seg en un microondas de 800 W) justo antes de emplatar. Ten en cuenta que si se vuelve a calentar, puede que pierda consistencia y lo que es peor, la forma.
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