Salsa de Cerveza Negra

Primera entrada del año... se ha hecho esperar. Si conceden los premios al peor bloguero del año, espero estar nominado 😜

Pero bueno, hasta entonces, te propongo una salsa rica rica que te servirá para acompañar principalmente carnes guisadas, como los jarretes o las carrilleras (espero hacer próximamente una entrada completa usando esta salsa).

Ingredientes (para 15 raciones)

1 cebolla grande (o 2 medianas)

1 manzana verde

2 dientes de ajo

2 cucharadas de miel

1 lata de tomate natural triturado

1 cucharadita de concetrado de carne (Bovril)

1 cerveza negra

1 cucharada de almidón de maiz (maicena)

Pimienta negra

Aceite de Oliva VE

Elaboración

La elaboración es muy sencilla. En este caso, obtendrás casi 1 kg de salsa, suficiente para acompañar unas 15 o 20 raciones (es lo que obtendrás con una lata completa de cerveza). Siempre puedes usar menos cantidad y beberte el resto, que está muy rica.  

Primer paso: Pela y pica la cebolla, la manzana y el ajo. En una cazuela suficientemente grande para que entren todos los ingredientes y puedas después usar la batidora, cubre la base con abundante aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente, añade la cebolla, la manzana y el ajo y rehoga a fuego suave.

Cuando los ingredientes hayan comenzado a reducir, añadimos la miel y rehogamos por unos minutos más.

Añadimos la lata de tomate natural. Removemos para integrar.

Si es muy ácido (como en este caso), puedes añadir un poco más de miel para corregir esa acidez.

Cuando el tomate comienza a reducir, añadimos el concentrado de carne.

Añade la pimienta negra. Puedes añadir un poco de sal (mejor añadir poca, y corregir al final).

Añadimos la cerveza. Reserva un poco para deshacer el almidón de maiz (si no reservas, lo puedes deshacer en agua fría). Removemos para integrar y mantenemos fuego hasta que vuelva a ebullición por unos minutos más.

Mientras tanto, ponemos (en este caso, en la lata de tomate) la cucharada de almidón de maíz y el resto de la cerveza negra.

Remueve hasta que esté completamente disuelto. Asegúrate que no quedan grumos.

Añádelo a la salsa y llévalo nuevamente a ebullición. Después retira del fuego hasta que baje la temperatura y mete la batidora, hasta que la textura sea suave y uniforme.

Y ya está lista. Es una salsa bastante sencilla y muy resultona, que acompaña muy bien carnes guisadas (aunque si la vas a usar para guisar, te recomiendo no añadir el almidón hasta que no tengas la carne casi terminada, porque en una cocción larga, la salsa con almidón se agarrará).