viernes, 15 de mayo de 2020

Tarta de Zanahoria - Carrot Cake

Hoy traigo una entrada que es, literalmente, la mejor tarta que puedes hacer. Sí, el chocolate mola, la vainilla, bla, bla, bla. Pero la zanahoria tiene ese punto exótico que hace que te pregunten ¿cómo? ¿una tarta con zanahoria? Yo es que flipo, pavo (o algo así, no sé como habláis los jóvenes ahora porque soy un boomer). 


¿Sabías que la zanahoria era blanca-púrpura-amarilla o de otros colores, hasta que en siglo XVI los holandeses, muy patriotas ellos, seleccionaron y multiplicaron las variedades naranjas en honor a la casa real holandesa, la casa Orange? ¿Sabías que la zanahoria cocida tiene un índice glucémico similar al del azúcar, dado su alto contenido en carbohídratos?  Ya tienes unos datos para impresionar a tus comensales. Y además, mira qué pintaza...
Ingredientes
Para el bizcocho
2 huevos
200 g de azúcar
200 g de zanahorias peladas y limpias
200 g de aceite de girasol
200 g de harina
1 sobre de levadura química
1 pizca de sal
Canela en polvo
Jengibre en polvo
Nuez moscada en polvo

Para el relleno
400 g de queso cremoso (te recomiendo mascarpone aunque puede ser tipo philadelphia)
180 g de chocolate blanco

Elaboración

En primer lugar, limpia, pela y ralla las zanahorias con un rallador fino.


En un bol grande, mezcla los huevos con el azúcar y bate hasta que el azúcar se haya deshecho completamente y se forme una textura cremosa.


Añade el aceite e incorpora.


Añade la zanahoria e incorpora.


Es importante pasar la batidora a la crema para reducir al máximo la zanahoria (cuando menor sea las fracciones de la zanahoria, más aire podrá incorporar el bizcocho y más esponjoso quedará).


Mezcla todos los ingredientes secos (harina, sal, levadura química, canela, jengibre, nuez moscada) para que se dispersen mejor y más homogéneamente. Cuidado con las especias: si bien son imprescindibles para que aporten el sabor característico de esta tarta, si se te va la mano aquí el sabor no será agradable. La proporción que yo uso: 1 cucharadilla de postre colmada de canela, 1 cucharadilla rasa de jenjibre y media cucharadilla de nuez moscada.


Añade al bol e incorpora poco a poco con la varilla, hasta que se integre completamente.



Precalienta el horno a 180ºC. Si tienes un molde, engrásalo y vierte el contenido del bol. Con estas cantidades, la medida ideal es 21 cm de molde. Yo no tengo molde y uso un aro adaptable de reposteria (puedo abrir y cerrar para hacer el diámetro que quiera)  forrado con un papel sulfurado. Antes de forrarlo, lo mojo debajo del gripo y lo arrugo completamente todo lo que puedo, de forma que se puede adaptar (casi) perfectamente al aro.


Más o menos, de esta forma de la foto. Sobre la bandeja coloco una lámina de silicona para que no esté directamente en contacto con el metal.


Vierte el contenido del bol y al horno, unos 40 minutos, 180 ºC, altura media del horno.


Mientras se hornea, preparamos el frosting de queso y chocolate blanco. Para ello, hay que derretir el chocolate blanco en el microondas (1 minuto a 50% de potencia. Retira del microondas y agítalo con un tenedor. Repite si vez que lo necesita, pero no tengas prisa ya que no queremos sobrecalentar el chocolate, se tiene que derretir a la menor temperatura posible).


Añade las tarrinas de mascarpone (es mejor que lo hayas retirado un tiempo antes de la nevera para que se mezcle mejor (si enfría el chocolate puede que lo haga solidificar otra vez). Incorpora todo con la ayuda de una varilla hasta que tengas una consistencia cremosa y homogénea. Cuando termines, ponlo en una manga pastelera y reserva en la nevera para que vuelva a adquirir consistencia.


El bizcocho quedará más o menos así. Al no tener molde, los bordes quedan más irregulares y el aspecto es peor, pero es que yo soy un orco y me da un poco igual el aspecto (tampoco está tan mal). Déjalo que se enfríe.


La terminación de la base es más regular, por lo que le doy la vuelta para que la base sea la parte superior de la tarta. Si tienes altura suficiente, podrás hacer dos cortes. Si no tienes altura suficiente, haz solo un corte.


Para el primer corte, pongo el bizcocho en un plato llano y con la ayuda de un hilo normal de coser y apoyado en los bordes del plato, hago el corte (haciendo movimientos de vaivén suaves para que no se rompan los bordes).


Este es el aspecto del interior del bizcocho. En la otra parte del bizcocho, hay que hacer otro corte (si tienes grosor suficiente). El segundo corte lo hice un cuchillo de pan.


Sobre la primera parte, coloca una capa de relleno (o frosting) de queso y chocolate.


Coloca el segundo piso (con mucho cuidado de que no se rompa) y coloca una segunda capa de relleno de queso.


Por último, coloca la última capa de bizcocho y la última del relleno.


En este caso caso, un poco más de relleno hubiera ayudado a conseguir una mejor terminación (y para cubrir los laterales, pero no llegó). 


Y ya está. La mejor tarta de zanahoria del mundo mundial. Sit back, relax and enjoy!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sugerencias del Chef

Alcachofas con Helado de Foie y Sésamo Garrapiñado

Me llena de orgullo y satisfacción que os estén gustando las últimas recetas que estoy publicando (el número de visitas no mienten). Si...

Entradas que lo están petando