sábado, 21 de septiembre de 2019

Tosta de Pulpo a la Parrila

Vamos a aprovechar los últimos coletazos del verano (que está siendo demasiado largo y como broma ya está bien) con una de las mejores cosas que nos ofrece este periodo... Las Barbacoas. La propuesta de hoy es algo que a priori no asociarás con barbacoas... Una interpretación del pulpo a la gallega o 'a feira' adaptado a la barbacoa, que probé en un restaurante hace unos días y me sorprendió tanto como espero que te sorprenda a ti.



En esta entrada de pollo marinado puedes encontrar una sugerencia más clásica para barbacoa, pero lo que te propongo aquí es un poco más complejo (tampoco mucho), pero eso sí... resultado nivel Cuñado garantizado. ¿Te apetece? Pues ¡sigue leyendo!

Ingredientes (para 8 personas)

1 kg de patas de pulpo cocidas
6-8 patatas medianas
1 pan de formato grande (una pieza de mínimo 800 g)
Sal (si tienes Maldon, mejor)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Pimentón de la Vera

No son ingredientes, pero necesitarás
Papel de Aluminio (para envolver las patatas)
Tijeras para trocear el pulpo
Un pasapurés (podrás trocear las patatas con un tenedor, pero el resultado no será igual y el proceso será mucho más lento)

Preparación

La clave de una barbacoa es tener brasa en cantidad suficiente para poder asar todos los ingredientes, bien de leña o de carbón. Una vez tengas en marcha el fuego, envuelve las patatas en papel de aluminio y pon las lo más cerca posible de la leña. Sin compasión, no te preocupes. Puede que se chamusque un poco la piel por fuera, pero la transmisión del calor en la patata es lenta. En la foto se ven las 4 últimas después de moverlas, pero la mayoría de las patatas están enterradas entre las brasas, y están junto al fuego desde que la madera empieza a arder, ya que este es el ingrediente de cocción más lenta y para unas patatas medianas el tiempo hasta que estén bien cocidas será de al menos, 1 hora. De vez en cuándo, dales una vuelta.


Avisa a algún comensal para que traiga cerveza a la parrilla. Parece un detalle poco importante, pero no lo es. No hay nada más triste que un parrillero desamparado y sediento. Y si hay algún compañer@ de parrilero, tenlo en cuenta. Que no le falte de ná. Cerramos el inciso y seguimos con la receta.

De vez en cuando revisa las patatas hasta que estén perfectamente hechas.



Cuando las patatas estén asadas (abre alguna de vez en cuando y córtala; el corazón deberá estar tierno), aparta un poco de brasa y pon sobre la parrilla unas rebanadas de la hogaza cortadas gruesas (en mi caso, una rebanada para cada 2 personas, ya que es un entrante). No tengo foto del pan en la parrilla, porque se tuesta muy rápido y no me dió tiempo... pero este es el aspecto que deben tener las rebanadas.


Retiradas las patatas del fuego (una pinza te ayudará en esta labor) pélalas (con cuidado, que queman, pero mejor que no se enfríen) y pásalas por el pasapurés (con 5 ó 6 será suficiente; por el resto no te preocupes; los comensales sabrán qué hacer con ellas).


Mientras dejas a algún otro comensal que pase las patatas por el pasapuré (¡tampoco lo vas a hacer tú todo!), ENGRASA LA PARRILLA. A mí se me olvidó, y el pulpo, que está recubierto por una piel gelatinosa se agarra mucho (diría como un pulpo, pero es un chascarrillo demasiado obvio...). Una vez engrasada (con aceite en una servilleta te puede servir) pon las patas o tentáculos de pulpo sobre la parrilla. Voltéalo cuando esté dorado por abajo.



Este es el aspecto del pulpo cuando está listo (y hecho en una parrilla no engrasada).


Puedes hacerlo tú, pero es mejor que le encargues a otro comensal que trocee el pulpo.


Añade sal (un pellizco generoso) y el aceite (5 o 6 cucharadas colmadas) y remueve con un tenedor hasta que esté completamente mezclado todo. Rectifica el punto de sal si es necesario.


 Extiende una cantidad generosa de puré sobre la tostada.


Coloca sobre el puré trozos de pulpo hasta ocupar toda la superficie de la tostada.


Añade una pizca de sal (en este punto, la sal Maldon aporta algo más de presencia que la sal común, pero no es imprescindible).


Añade una cantidad generosa de pimentón de la Vera hasta cubrir los trozos de pulpo (ocurre lo mismo; si no es de la Vera, no pasa nada... pero la potencia de sabor de este producto es impresionante).


Por último, riega con un chorro abundante de aceite de oliva la tostada.


Y ya lo tienes. Para que sea más manejable, puedes darle un corte por la mitad o en tres trozos. Vas a sorprender a los comensales y encima, está delicioso. ¡Buen provecho!

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