La tercera entrada de los Vegetales Indeseables va dedicada al garbanzo, y me vais a permitir divagar un poco sobre su nombre científico Cicer arietinum. Voy a compartir contigo una regla mnemotécnica que usé para recordarlo (sí, estudié una asignatura de botánica). El Género (primera parte del nombre científico) podría venir de un abogado romano, llamado Cicerón. No sé si esto es correcto del todo, porque bien podría ser que el vegetal ya fuese denominado así con anterioridad (tendré que ver otra vez Quo Vadis). El tema es que, como buen orador y abogado que debió ser, Cicerón cultivó algunos enemigos notables, que le injuriaban con una verruga en la nariz que al parecer tenia su padre, en forma de garbanzo. Tan popular se convirtió el consumo de garbanzos, que rozaba la vulgarización. En algunas obras de teatro de la época, aparecía una figura cómica "el comedor de garbanzos".
La segunda parte del nombre latín (la especie), también tiene su rollete. Si te fijas, la forma del garbanzo parece una cabeza de cabra o carnero (o la punta de un ariete, que también tenían forma de cabeza de carnero, o al menos así aparecen en las películas). De hecho, la constelación de aries (o la del carnero), toma su nombra por esta especie animal. Y con esto, ya puedes jugar al trivial.
Por lo demás, el garbanzo es un vegetal fantástico que hoy incluimos en esta sección, no por otra cosa que sus efectos secundarios. Hay unos oligosacáridos en su composición (rafinosa, estaquiosa y verbascosa) que no son hidrolizados por las enzimas humanas, pero sí por los microorganismos intestinales, lo que produce gas en su metabolismo, y de allí, los efectos que todos conocemos.
Esta ensalada de garbanzos, dedicada para tod@s aquell@s que ahora estaréis apurando horas de estudio para recuperar esa o esas asignaturas que se han resistido durante el año. ¡Ánimo, que está chupao!
Ingredientes (3-4 personas)
1 bote de garbanzos
1 lata de atún (de las de 92 g, suficiente)
Pepinillos
1 tomate
1/2 cebolla
1/2 lata de maíz
4 palitos de cangrejo
Aceite
Vinagre de vino
Preparación
Es muy sencillo, que en verano hace mucha calor y hay que aprovechar, bien para estudiar si se ha resistido esa asignatura porque estabas pensando en los pajarillos que tienes en la cabeza, bien porque tienes algo mejor que hacer.
El único paso que tienes que anticipar un poco es poner en vinagre la cebolla. Picas la cebolla fina (en brunoise), la pones es un vaso, añades una pizca de sal y la cubres con vinagre. Déjala reposar unas cuantas horas. Yo la dejo en la nevera, al menos 12 horas. Con 3 ó 4 horas, será suficiente.
Pica los pepinillos.
Pica el palito de cangrejo.
Añade todo los ingredientes picados en un bol, y añade el maiz
Añades el atún (desmígalo un poco antes con la ayuda de un cuchillo en la lata)
Antes de añadir los garbanzos, te recomiendo lavarlos. No por nada, ya que en el líquido del bote suele haber únicamente un regulador de la acidez (que suele ser ácido ascórbico), pero a mi me da yuyu la espuma que hace. Yo los lavo hasta que dejan de hacer espuma.
Incorpóralos al bol.
Por último, añade la cebolla reposada en vinagre con un tenedor (para no incorporar mucho vinagre a la ensalada).
Dale unas vueltas, añade un chorro de aceite de oliva virgen extra... ¡¡y ya puedes seguir haciendo lo que estabas haciendo!!
¡¡Mucha suerte con los Septiembres!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario