Esta nueva entrada de vegetales indeseables la voy a dedicar a una verdura que tiene un número importante de enemigos: la coliflor (también llamada pella o piña). Si bien es cierto que su sabor es peculiar, no está justificado el rechazo que encuentra, sobre todo entre los más pequeños. Como problema añadido, el olor característico que deja durante la cocción en toda la casa, durante bastante rato (no quiero entrar aquí en comentarios a este olor, que durante muchos años ha sido la fragancia de bienvenida al visitante a Zaragoza, sobre todo si el visitante arrancaba el viaje desde Huesca...😉). Es una verdura de invierno, aunque se puede encontrar durante todo el año, y bastante variedades distintas (coliflor, brócoli, romanesca...). Esta receta puedes la preparar con cualquiera de ellas, si bien yo uso la coliflor blanca normal.
1 coliflor
1 patata mediana
1/2 cebolla
125 g de bacon (o jamón)
1 cucharada de maicena (o harina de trigo)
250 ml de leche
Queso rallado
1 hoja de laurel
Elaboración
En primer lugar hay que cortar las partes útiles de la coliflor. Para ello, usa un cuchillo de punta corta para ir cortando las "ramas", que serán las partes que aprovecharemos. La parte blanca del medio es muy dura, por eso se deshecha.
Pela y corta en trozos la patata también. Lávalo todo.
Pon abundante agua en una cazuela, añade sal y una hoja de laurel. Añade la coliflor y la patata pelada y limpia y llévalo a ebullición.
Cúbrelo, para que la cocción sea más rápida (normalmente, las tapas de las ollas suelen tener algún agujero para permitir la salida de vapor, asegúrate de dirigir esos agujeros hacia el extractor, o estarás acordándote de la coliflor 3 días). En una olla normal, la cocción puede durar 30-40 minutos desde que el agua comienza a hervir. Puedes acortar el tiempo con una olla exprés (con 10 min de cocción, será suficiente).
Una vez terminada la cocción, escurre todo el contenido de la olla.
Mientras la coliflor se va cociendo, preparo la bechamel. Para ello, pico media cebolla y el bacon.
Saltéalo en una sartén. Con un poco de aceite, añade en primer lugar la cebolla (no añadas mucho aceite, ya que el bacon tirará más grasa). Cuando se haya empezado a quedar hecha la cebolla, añades el bacon. Si vas a usar jamón, espera a que la cebolla esté completamente pochada; de lo contrario te quedará demasiado salado.
Una vez que tengas la cebolla y el bacon (o el jamón) tostadito, añades la cucharada de harina.
Rehogas, hasta que veas que la harina se ha tostado también.
En ese momento, añades la leche (dale un calentón al microondas primero; no la añadas directamente fría si lo puedes evitar).
Remueve para integrar todo, que se disuelvan los grumos que pueda haber y para evitar que se agarre el fondo. Llévalo a ebullición (fuego suave).
Una vez que comience a hervir, déjalo unos minutos para que coja la textura que buscamos (en este caso, es bastante líquida, con una par de minutos de ebullición es suficiente). No dejes de remover, o se agarrará el fondo.
Pon la verdura escurrida en una fuente para horno (encender el horno a 210º C en este momento para que vaya tomando temperatura). Reduce los trozos con un cuchillo si es necesario.
Distribuye homogéneamente con la ayuda de un tenedor. Ayuda a que la bechamel rellene todos los huecos.
Pon una capa de queso rallado en la superficie de la fuente. Ponlo en el horno, durante 15 minutos apoximadamente.
Y ya está. Coliflor gratinada. ¡¡Ta-chán!! No te olvides ventilar un ratito la casa.
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