domingo, 28 de mayo de 2017

Cocina para Indies & Hipsters (I) - Sopa de Cebolla


Por las mañanas escucho a Ángel Carmona y su "peculiar" risa en Hoy empieza todo, el programa mañanero de Radio 3. Un día, contaba que para grabar el programa se habían trasladado a Ferrol, a casa de Iván Ferreiro (ex-cantante de Los Piratas). La anécdota era que para comer, Iván Ferreiro preparó Sopa de Cebolla. Me pareció entender que Carmona se había quedado con hambre, aunque esto tal vez sea invención mía. En ese momento lo ví claro. Un indie/hipster/modern@ que se precie tiene que bordar esta receta,  y prepararla cuando tienes invitados. Si no sabes hacer sopa de cebolla, no estás en la onda. Y te lo digo yo, que estoy escuchando The Hives y The Detroit Cobras mientras escribo esta entrada. Rock'n'Roll, baby!

Ingredientes (para 3 personas)

Para el caldo:
1 zanahoria
1 penca de apio
1 puerro
1 trozo de pollo (carcasa o cuello)
1hoja de laurel

Para la sopa:
3 cebollas (medianas)
Aceite
Mantequilla (30 gramos)
Pan (para tostar), 1-2 rebanadas por comensal
Harina
Vino dulce o vino blanco (opcional)
Queso rallado

Elaboración

Son dos elaboraciones distintas. Por un lado el caldo, para lo que puedes usar de verduras o de pollo preparado, o prepararlo tú. Yo te recomiendo la segunda opción (porque además, puedes hacer en exceso, guardarlo en la nevera y usarlo en los días siguientes).

Para el caldo:

Pon en una cazuela abundante agua, sal y una hoja de laurel. A continuación, lava y pela los ingredientes del caldo y échalos al agua. Llévalo a ebullición y que hierva durante 30 ó 40 minutos.  En este caso, sólo te dejo la foto de los ingredientes, me acabo de dar cuenta de que no tengo una entrada de caldo o sopa, por lo que en breve, la haré, ya que es una elaboración básica, muy sencilla y que ayuda en muchas elaboraciones.



Para la sopa:



Necesitamos unas 3 cebollas medianas (más o menos, una por cabeza). Yo en este caso uso varios tipos de cebolla que tenía rodando por la nevera.



Límpialas y córtalas en juliana fina.





Pon un poco de aceite en la sartén (aunque casi te recomiendo mejor prepararlo en una olla).



Añade la cebolla, y remueve de vez en cuando para que se vayan calentando de forma uniforme.




Cuando comience a estar pochada, añade la mantequilla (un dado de 30 g).




Añade el diente de ajo picado en trocitos, y que se vaya dorando junto con la cebolla.





Cuando ya esté todo listo, si quieres que la sopa tenga un poco más de cuerpo (no es necesario, ésto es a gusto) añade una cucharada de harina. Una vez que la eches, dale unas vueltas para que se distribuya y se tueste un poco.




Por último, añade un poco de vino dulce o vino blanco (es opcional, si quieres darle un toque a vino, que le viene muy bien). Dale unas vueltas y deja que vuelva a ebullición.



Es el momento de añadir el caldo. Cómo tengo el caldo recién hecho, lo vierto con la ayuda de un colador. Si usas un caldo preparado, lo añades directamente. Yo he añadido aproximadamente 1 litro (vertido en dos veces, porque en la sartén no cabe mucho más).




Deja que llegue a ebullición y que coja un poco de cuerpo. Muévelo de vez en cuando, sobre todo si has añadido harina (ya que se puede agarrar).



Para decorar, corta unas rebanadas de pan.





Tuesta el pan (si se pasa, rasca las partes negras).




Si tienes algún peque, o simplemente prefieres una textura homogénea en la que no encentres los trozos de cebolla, puedes pasarla por la batidora (en este caso, únicamente una ración).





Precalienta el horno a 180 ºC. Coloca las rebanadas de pan tostado en cada uno de los recipientes y dales una vuelta para que se empapen de la sopa. Después, espolvorea un poco de queso rallado sobre la superficie. Dispón los recipientes sobre una bandeja de horno, y cuando el horno esté caliente, mételos dentro. Los recipiente debe ser aptos para horno. Como verás, yo uso los boles standar de una tienda sueca de muebles a la que no le voy a hacer publicidad. Pues resulta que estos boles, como mi estimada esposa me ha hecho saber, no son aptos para el horno. Pero es que los indies estamos tó locos y no respetamos nada.




Afortunadamente no ha habido que lamentar desperfectos y el plato ha salido con esta pintaza. ¡¡Larga vida al Rock'n'Roll!!



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