Calabacines Rellenos Go Vegan!

Primera entrada del año, he estado 50% liado 50% perezoso, pero con la entrada de hoy solucionamos esto. 

El período Navideño suele ser un no parar de comer: turrón, polvorones, lechazo, cardo... Seguro que en tu región hay algún plato típico en estas fechas. Esto es fantástico, pero luego Enero llega con los nuevos propósitos... y los remordimientos.

La entrada de hoy es una receta Vegana. Yo no soy muy partidario de este tipo de dietas, sobre todo por la dificultad de conseguir una proteína de alto Valor Biológico (VB), que es la capacidad que tiene una proteína de aportar todos los aminoácidos necesarios (lo que es relativamente sencillo con productos de origen animal). En cualquier caso, lo complemento con leche y queso (perfectamente sustituibles, te explico cómo).

Ingredientes (para 3 personas)

3 calabacines medianos

1/2 cebolla

1/2 puerro (la parte blanca)

1 diente de ajo

1 cucharada de harina de trigo

1 vaso de leche (para dieta vegana, usar caldo vegetal)

70 g de nueces peladas

Queso emmental rallado (para dieta vegana, no lo añadas)

Curry

Pimienta negra

Nuez moscada

Modo de elaboración

En primer lugar, pica en brunoise (muy fina) la cebolla. Pon en una sartén aceite a fuego medio y añade la cebolla cortada para que vaya pochando. Enciende el horno, a 140º C para que se caliente.

Lava los calabacines, corta los extremos del calabacín y pártelos por la mitad, en sentido longitudinal. Con la ayuda de una cucharilla, vacía poco a poco toda la pulpa. Termina de picar con la ayuda de un cuchillo la pulpa del calabacín que has retirado.

Añade la pulpa de calabacín a la sartén. Déjala reducir, a fuego medio-suave (verás que tira mucha agua). Remueve de vez en cuando, para que se dore todo de forma homogénea.

Pon las mitades de los calabacines en una fuente de horno, y coloca en el horno (que habrás precalentado durante unos minutos), a 140 ºC.

Pica en brunoise el puerro. Para hacerlo, te sugiero hacerlo como lo hago yo: primero, haz un corte en sentido radial, hasta en centro del puerro. Desenrolla y sujeta con una mano. Haz cortes en sentido longitudinal (en sentido de las fibras), hasta que obtengas bastones finitos. Por último, corta en sentido transversal y obtendrás un picado muy fino.

 Pica también un diente de ajo y añade el puerro y el ajo a la sartén, cuando se haya evaporado el agua del puerro. Muévelo para que no se queme. Rehoga hasta que el puerro y el ajo se hayan dorado.

Añade una cucharada colmada de harina, y remueve hasta que se haya incorporado completamente. 

Una vez se haya incorporado, no dejes de remover para que la harina no se queme.

Lo bueno de hacer la roux (así se denomina a la mezcla de harina con grasa con la que se hace la bechamel) con trozos de vegetales (cebolla, puerro...) hace que no se formen grumos. Cuanto más tiempo tengas la harina rehogando, más color tendrás en la formación de la bechamel. Cuando tengas la consistencia de la foto anterior, es el momento de añadir la fracción acuosa (puede ser leche, caldo o agua). Añade la leche poco a poco, hasta que tengas una consistencia pastosa, aproximadamente de papilla. 

Por último, añade las nueces (puedes reducirlas de tamaño para que los trozos no sean muy grandes).

Por último, añade la condimentación a tu gusto (en mi caso, pimienta negra, curry y nuez moscada). Remueve para incorporar y retira del fuego.

Retira los calabacines del horno, y rellena con la bechamel formada.

Por último, espolvorea queso rallado por encima de los calabacines y pon en el horno, ahora a 180 ºC durante 30 minutos. Los últimos minutos pon el horno en posición grill. Yo uso la bandeja del horno en posición media baja. Los últimos minutos lo subo a media-alta y lo pongo en posición grill para que el queso gratine.

Si no quieres usar queso, sigue los mismos pasos: también se gratinará (aunque el terminado no será así).

Y esto es todo. Ya tienes la receta para empezar los buenos propósitos del año. ¡Námaste!